Cultura judía

En Tarnów el barrio donde antes vivían judíos está formado por las calles Żydowska y Wekslarska. Allí se hallan las casas de vecinos de los siglos XVI y XVIII que presentan los rasgos típicos de la urbanización judía – es decir la construcción concisa, los caminos estrechos entre las casas, zaguanes y patios pequeños . Se observa también los paredes delanteros estrechos, cosa rara en la parte occidental del Casco Antiguo. En el vano de la puerta todavía se nota las huellas de la mezuza (una caja pequeña hecha de madera, metal o vidrio, con un rollo de pergamino con dos fragmentos de Torá). En unos edificios se conservaron las contraventanas de hierro de las tiendas judías de entonces. En la calle Żydowska se halla la puerta – entrada a la plaza donde hasta la Segunda Guerra Mundial había la más antigua (del s. XVII) sinagoga de Tarnów. Su única parte que sobrevivió es Bima, es decir el pódium desde el cual se leía la Torá. Desde el año 1996 durante la celebración de los Días de Memoria de los Judíos de Galitzia tienen lugar los conciertos y actuaciones artísticos, organizados por el Comité del Cuidado sobre los Monumentos de la cultura judía.

Rynek (plaza mayor) de Tarnów fue un testigo del martirio y exterminio de los judíos locales durante la ocupación alemana. En el edificio en la esquina de las calles Żydowska y Piekarska empotraron la tabla que memoriza la liquidación del getto de Tarnów. En Muzeum Okręgowe (museo del districto), que se halla en los edificios de la parte norteña de la plaza mayor, se puede admirar la colección interesante del arte ceremonial judía, compuesta de los objetos tan valiosos como: el original del Privilegio del 1667, tres Torás y los documentos de la última sinagoga de Tarnów.

La calle Goldhammera, que se dirige al norte, fue nombrada para recordar los méritos del doctor Eliasz Goldhammer, el segundo alcalde de Tarnów. La decisión del Consejo Municipial sobre ese nombre fue un precendente en Polonia a principios de s. XX. En ambos lados de la calle se encuentran las casas de vecinos en los cuales antes vivía la élite de Tarnów.

En el edificio no 1 hubo la última, abierta hasta 1993, casa de oraciones. Bajo el númer 3 se halló el hotel de Herman Soldinger, el mejor de todos los hoteles de Tarnów. En el edificio no 5, estuvo la Sociedad de Créditos, el presidente del cual fue Herman Merz, en la zaguán se encuentran dos placas conmemorativas del Merz y Eliasz Goldhammer.  En la fachada de la casa en otro lado de la calle, de número 6, se encuentran las inscripciones en la lengua yidis y polaco sobre los platos que se servía en el restaurante.   

Molino vaporoso, creado por Henryk Szancer en 1859 aumentando rápidamente su rendimiento, influyó significativamente la modernización de la industria molinera en Galicia. En la sociedad Szancer y Freud en 1865 puso en marcha el segundo molino vaporoso  en Tarnów. En los años 80 del s. XIX este molino pagó ocho veces más impuestos que los molinos de la Alta Silesia prusiana, que demuestra el impetu de las inversiones de los empresarios de Tarnów. 

El baño ritual judío –  la Mikve, construido en 1902 en el estilo mauritano, asosiado negativamente en los mentes de los ciudadanos. Desde aquí  fue elegido el primer transporte de los prisoneros de KL Auschwitz (14.06.1940)

Cementerio judío, uno de los más antiguos y los más interesantes cementerios en la Polonia del Sud, fue fundado en el s. XVI. Allí se halla más de 4 miles de tumbas y enterraron unos 150 miles de personas.  Fue devastado por los alemanes durante la ocupación, fue un lugar del exterminio masivo de judíos del gueto de Tarnów, desde el junio de 1942 hasta el septiembre 1943. Despues la guerra en 1946 en el lugar de la tumba de masas de los matados , el escultor judío, David Beker, fundó el monumento – el pillar roto parte de las ruinas de la Nueva Sinagoga (de aniversario) en Tarnów. Hay una cita inscrita en el pillar en la lengua hebraica que dice: “y el sol brillaba y no se avergonzó por nada”.

Las ciudades de la región de Tarnów eran antes unos fuertes centros judaicos. Pequeños ciudades en los cuales la actuación industrial no se desarolló nunca tanto, eran unos de los centros del judaismo jasídico en Polonia. De Dąbrowa Tarnowska, donde tuvieron lugar las dietas judías del terreno de Malopolska, vine la grupa de los grandes tzadikkim entre otros: David Unger, el fundador de la famosa dinastia de Unger, o Cwi Hirszem Rymanower, el tzaddik rymanowski. Entre los monumentos de Dąbrowa Tarnowska el lugar importante está ocupado también por el bien restaurado edificio de sinagoga, el sede del Centro Municipial del Encuentro de las Culturas. Una gran parte de las colecciones, guardada hasta entonces en la pequeña Sala de Memoria de los judíos, entre otros: Aron Ha-kodesz, libros en hebreo, menorás, talites, filacteria y menorás de janucá. En los paredes de la sala de oraciones que actualmente sirve por la sala principal de exposiciones sobrevivieron ricas ornamentaciones. La sinagoga de Dąbrowa es una de siete en Polonia en las cuales perduró el ciclo zodiacal completo.

Otro centro de jidis muy importante fue Bobowa. Este pueblo pequeño, asociado a menudo con la producción del encaje de bolillos, le conocen muy bien los judíos ortodoxas. Jasidos de Bobowa quien trasladaron su sede a Nueva York, son unos de los más grandes y los más activos grupos de jasidos en el mundo. Gracias a los fondos del rabino Asche Scharfa en 2003 año abrieron aquí la sinagoga bien restaurada. Allí se encuentra la sala de exposición de judaicos junto con el museo del taller de encaje.  Vale la atención particular encuadernación aron ha-kadesz del año 1778 se considera por una de los mas valiosos en Polonia. En Bobowa vale la pena visitar también el cementerio en el cual enterraron los líderes de locales jasides.

Żabno es otro, antes muy importante centro del movimiento de jasides. El rabino más importante del Żabno fue shalom Dawid Unger, el hijo de Dawid Unger de Dąbrowa, el autor de las obras religiosas. Restaurado en el año 1992 el cementerio con preciosamente oranmentados sepulcros es exactamente el único huello de la presencia de los judíos en la ciudad.

En Bochnia se encuentra el museo del S. Fisher, otro que presenta la exposición fija de los elementos de arte ceremonial judía. Aparte de eso vale la pena visitar el edificio de la sinagoga, hoy convertido en el banco y también muy bien conservado cementerio.

Cercano Brzesko conocido por ser lugar de nacimiento del escritor hebreo Mordecai David Brandstaetter, el abuelo del famoso escritor Roman Brandstaetter. De los pocos monumentos que resistieron la prueba del tiempo hay que nombrar el conjunto  la sinagoga antigua y el baño municipial, hoy convertidos en los objetos culturales. Aquí también se encuentra el cementerio que inculye varios cientos de matzevas y ojeles (ohel) es decir lápidas sepulcrales judías.

Los cementerios y los lugares que simbolizan los trágicos vicisitudes de la vida de la nación judía son los más numerosos huellos de su presencia en la región. Los cementerios judíos se hallan en varios partes de la región. A menudo no cuidados como en Szczucin o Dębica, a veces no típicos como el cementerio militar en Zakliczyn.
En los lugares de las ejecuciones masivas de los judíos hechos durante la guerra por los alemanes, hoy se ve los monumentos simbólicos. La más grande, en la cual un día mataron cerca de 6 miles de personas, nos recuerda el monumento en el bosque Buczyna en Zbylitowska Góra. Aquí en las tumbas masivas se encuentra cerca de 10 miles de víctimas, incluso 800 niños y 2 miles de polacos.

 

Colonos judíos llegaron a los terrenos de la región de Tarnów de hoy en la edad media. Primeros informaciones de su presencia vienen del año 1445. Desde el principio se ocuparon del comercio: inicialmente de los cereales y el vino transportado desde Hungaria y Russia. El espíritu emprendedor de los colonos judíos fue percebido por los dueños de Tarnów. En el año 1581 el dueño de la ciudad Konstanty Ostrogski publicó el privilegio que permitió a los judíos vender en las casas, puestos y la plaza mayor. También les dejó hacer aguardientes y venderlas. Según ese documento los judíos les excluyeron de la jurisidicción de las autoridades municipales y adjuntaron a la legislación del juicio del castillo.

Pusieron también las penas por el maltratamiento de la sinagoga  o el cementerio. Los judíos también adquirieron el derecho de habitar 12 casas en la calle Żydowska. Estos, entonces grandes, privilegios influyeron el desarollo de la colonización judía alrededor de Tarnów, aunque las posibiliades de habitar los interiores de las murallas siguen siendo pequeños. A inicios del s. XVII el príncipe Sanguszko permitió el establecimiento más numeroso de los judíos en el centro de Tarnów.  

La parte considerable de la comunidad judía perteneció a la élite cultural e intelectual de la ciudad. Trabajaron en las profesiones de la confianza pública: abogados, médicos, músicos, profesores. En s. XVII la Sinagoga pagó la mitad de los impuestos de toda la ciudad, sin relación con los pagos individuales.

Nuestro región con cerca de una docena de sinagogas y unas docenas de las pequeñas casas de oración, llamados sztibl y klojz, fue el centro importante de la vida religiosa. En varias localidades operaban las escuelas judías, imprentas, asociaciones culturales y sociales, llevaban también la vida privada rica. No obstante, en la región de Tarnów hoy en día la comunidad judía casi no existe.   Sería imposible juntar el minyan, es decir el grupo de 10 hombres adultos, o sea, mayores de 13 años, lo que es imprescindible para organizar las oraciones públicos en una sinagoga. Existen sin embargo las huellas que indeniablemente testimonian que vivieron en estos terrenos por varios siglos. A los monumentos más numerosos de la cultura judía se cuenta los cementerios – unos ordenados, bajo el cuidado permanente, otros olvidados y destruidos. Otros vestigios, como materiales de archivo, sinagogas, escuelas, baños públicos y otros objetos arquitectónicos, originalmente judías, se puede encontrar por toda la región. Muchos edificios se utiliza hasta hoy, aunque desempeñan funciones differentes que las originales. También numerosas son los lugares de memoria relacionados con el acoso de los judíos y el holocausto. En las colecciones de los museos se encuentra el número significativo de la atre ceremonial judía. Los más interesantes se cuentan los del Museo del Distrito en Tarnów y los museos en Dabrowa Tarnowska y Bochnia.